Nota: Artículo original publicado en Euribor.
Perpe es una de las muchas personas de las que he tenido conocimiento gracias a la web de J.L. Cárpatos y con la que he podido contactar y admirar gracias a Twitter y a su blog www.perpe.es, él es un profesional del sector financiero –un as recopilando y analizando datos- que vive en China… pero mejor que os lo cuente él.
D – ¿Cuál es tu historia?
P- Desde siempre me han interesado los mercados financieros, economía, bolsa… y también trabajar manejando datos, gráficos… Posiblemente es algo que viene de mi parte más matemática, ya que estudié telecomunicaciones antes que economía.
Mi curiosidad por conocer distintos países y sus economías, me llevó a vivir en Brasil hace ya algunos años, país que intento visitar cada vez que puedo y me encanta. Posteriormente, también pasé más de dos años residiendo en Lisboa. Y en poco menos de un mes se cumplirán tres años desde que llegué a China.
D- Tú vives en Shanghai, probablemente la ciudad más rica y, si exceptuamos Hong Kong, la más occidentalizada de China, imagino allí será más fácil que en las regiones del interior imaginarse que todas las previsiones optimistas sobre el país y su futuro liderazgo mundial serán ciertas…¿Cuándo ocurrirá eso en tu opinión?
P- En efecto, el desarrollo de Shanghai en los últimos 20 años ha sido extraordinario en cuanto a infraestructuras se refiere, incluyendo impresionantes rascacielos que ahora se levantan dónde hace unos pocos años no había absolutamente nada, sólo campo.
Como bien indicas, el país ocupa una gran extensión y la mayoría de regiones y ciudades no son comparables a esta gran metrópolis. En la actualidad, hay más de 160 ciudades con más de 1 millón de habitantes, muchas de las cuales seguirán creciendo a un fuerte ritmo debido a la inmigración interna. De hecho, a finales del año pasado por primera vez en la historia de China, la población urbana superó a los habitantes en zonas rurales.
Aunque atendiendo al PIB, el parámetro más común para medir la riqueza de un país, a China todavía le quedan algunos años para convertirse en el primero, su importancia como líder mundial en este momento ya es manifiesta. En cualquier caso, muy probablemente en tan sólo cinco años el PIB a la paridad del poder adquisitivo (PPA) superará al de Estados Unidos, si bien por PIB nominal creo que habrá que esperar unos 15 años, si nada cambia, para que llegue al número uno.
En cualquier caso, como comentaba antes, en algunos aspectos como el comercio mundial ya está a la cabeza. China es el primer exportador y el segundo importador mundial, si no se considera el conjunto de la Unión Europea. Además es el primero a nivel mundial, con gran diferencia, por volumen de reservas de divisas y oro.
D- Sin embargo, China en poco tiempo ha pasado de ser la esperanza del crecimiento mundial y el gran mimado de todos los gobiernos por su labor compradora de deuda pública a aparecer como un escollo más a la recuperación. No recuerdo haber leído en los medios desde hace meses algún comentario positivo sobre China, ¿Está empezando China su propia crisis? Y si es así, ¿en qué crees que nos afecta?
P- Es cierto que las últimas noticias que van apareciendo en los medios no son muy esperanzadoras y varios economistas y analistas apuntan ya al famoso “aterrizaje forzoso” o, en inglés, “hard landing”. También se habla bastante de una posible burbuja inmobiliaria y las consecuencias que podría tener en el crecimiento un parón en el sector de la construcción.
Mi opinión personal es que no vamos a ver un fuerte descenso en el crecimiento en este momento, fundamentalmente porque el gobierno de una manera u otra no lo permitiría, creo que incluso con planes de estímulo a la economía si fuera necesario, como ya hiciera a finales de 2008.
Todavía hay margen de maniobra en lo que se refiere a la política monetaria. Por el momento no parece que vaya a haber movimientos en los tipos de interés, aunque existen otros instrumentos como el ratio de reservas (RRR) que el People’s Bank of China va a seguir ajustando a la baja con el fin de estimular el crédito.
Pero tampoco creo que puedan venir problemas por un exceso de endeudamiento, ya que desde el año 2009 la tendencia ha sido decreciente en los nuevos préstamos concedidos. Aunque es cierto que en aquél año se duplicó con respecto al ejercicio anterior, a partir de entonces se ha ido moderando considerablemente.
Volviendo al mercado inmobiliario, también se habla de algunos excesos. Personalmente, he visitado pequeñas “ciudades” o barrios en las afueras de Shanghai incluso bastante curiosas que copian la arquitectura en Holanda o Reino Unido, que en estos momentos están prácticamente desiertas.
De todas formas, el éxodo desde áreas rurales a las ciudades ha sido fuerte hasta el momento, del orden de unos 20 millones de personas al año. Aunque las condiciones se han ido relajando considerablemente, el gobierno todavía controla en cierta medida el número de habitantes que pueden emigrar a zonas urbanas, el conocido como sistema “hukou”. Por ese lado, podrían facilitar en algún momento incluso un incremento mayor de la población urbana. No pienso que esas ciudades y edificios vayan a quedar vacíos de por vida. En cualquier caso, el ritmo de la construcción debería descender paulatinamente.
Otro de los puntos que considero que va a contribuir en gran medida al crecimiento es la demanda interna. Aunque la tasa de ahorro esté todavía en niveles bastante elevados, el nuevo consumidor chino está demandando cada vez más bienes y servicios, como turismo y ocio, con un importante mercado de artículos de lujo. En general, el crecimiento de las ventas al por menor todavía está en niveles saludables.
En resumen, no considero que en estos momentos podamos ver una fuerte caída en el crecimiento, pero en el medio-largo plazo por supuesto se debe tener en cuenta que los ritmos de crecimiento del PIB del 10% anual en media vistos en las tres últimas décadas es muy difícil que vuelvan a repetirse.
Sin lugar a dudas, si llegara a producirse una fuerte desaceleración en una economía tan importante, probablemente el primer impacto visible, sobre todo en aquéllos países exportadores, sería un frenazo en sus economías. Como he mencionado antes, China es un gran importador mundial de materias primas, entre otros bienes, por lo que una fuerte caída de su demanda tendría graves consecuencias a nivel mundial.
D- Por otra parte, existen muchas dudas sobre los datos oficiales que vienen de China pero, ¿Acaso no existen sobre los de todos los países? ¿O crees que en China son menos fiables?
P- También pienso en parte lo mismo, ya que de una forma u otra la medición de macromagnitudes siempre es complicada. Por citar un claro ejemplo, son muchas las críticas que también se hacen a Estados Unidos cuando se publican cada mes los datos de desempleo, con algunos analistas apuntando a una tasa casi el doble de la oficial.
Sin ir más lejos, el dato del PIB en China correspondiente al primer trimestre del año publicado hace pocos días, ha provocado también que incluso varios economistas notables señalen que es un dato difícilmente creíble.
No queriendo entrar en el tópico sobre si los datos son en parte “inventados”, en mi opinión hay otros factores que afectarían a que algunas mediciones no fueran del todo muy precisas.
En primer lugar, históricamente en muchas economías controladas y cerradas al mundo exterior como lo ha estado este país hasta hace relativamente pocos años, pienso que los gobiernos no han tenido mucho interés a que ciertos datos se dieran a conocer a la opinión pública en general. Esto no parece que sea un hecho aislado en China.
Por lo tanto, no existe una larga tradición estadística de varios años. De hecho, volviendo al ejemplo anterior sobre el PIB, resulta bastante significativo comprobar cómo la variación intertrimestral de este dato sólo empezó a publicarse el año pasado. Esta falta de “experiencia” puede acarrear en ocasiones mayores desviaciones que en aquéllos países que llevan muchísimos años recopilando datos e información económica.
Otro problema añadido, aunque puede que tenga difícil justificación, podría residir en el hecho de la amplia extensión del país, con todavía muchas zonas rurales de complicado acceso tanto en sus comunicaciones como a nivel tecnológico.
De todas formas, por supuesto no ayudan de ninguna manera a la vez que sorprenden comentarios como los de Li Keqiang, uno de los líderes del partido comunista que podría sustituir a Wen Jiabao, cuándo dijo que datos cómo el PIB son “sólo una referencia”.
D- Si tenemos en cuenta el PIB per cápita, China es un país aún pobre pero en el ambiente en el que tú te mueves y dado que sigues viajando a España con regularidad y puedes comparar, ¿Ves más riqueza en promedio allí o aquí? ¿En cuánto tiempo crees que el ciudadano chino en media alcanzará una calidad de vida típica de Europa?
P- Sin lugar a dudas cada vez se nota más un mayor nivel de vida, al menos en Shanghai. Desde la primera vez que llegué en el año 2007, cuando pasé una temporada de tres meses, hasta ahora ha habido bastantes cambios y eso que sólo ha pasado un lustro.
Como decía al principio, han mejorado las infraestructuras con quizá una mención en particular al Metro, con nuevas líneas que se construyeron en un tiempo récord con el fin de que estuvieran listas con motivo de la Expo 2010. Otra parte muy visible también son los nuevos rascacielos, uno de ellos actualmente en construcción que alcanzará los 632 metros de altura.
Pero volviendo a la pregunta concreta, en el tema social también se observan grandes cambios. Entre amigos y conocidos compruebo cómo la gente dedica cada vez más tiempo al ocio, entretenimiento, salir a cenar a restaurantes… Es un hecho constatable el importante crecimiento que todavía están teniendo muchas cadenas nacionales e internacionales de “fast food”, por citar un ejemplo.
En general, los consumidores de clase media demandan productos de buena calidad aunque tengan que pagar un sobreprecio. Se ve también crecer el número de vehículos de alta gama de una forma impresionante.
Sinceramente, en este momento una buena parte de la sociedad en esta ciudad tiene un nivel de vida que incluso supera al de España. De hecho, en ciertos estudios y así lo puedo confirmar, es una ciudad “cara” para vivir. Quizá no en transporte u otros productos y servicios, pero cada vez lo es más en vivienda con unos precios que han subido considerablemente o en productos y servicios relacionados con el ocio. Con diferencia es la ciudad más cara de China, a excepción de Hong Kong, como bien señalabas al principio.
Otro caso aparte es la gran parte de la población que vive en ciudades no tan desarrolladas o en zonas rurales. Los salarios son mucho más bajos y el acceso a determinados servicios es muy básico o incluso inexistente. Si se mide la riqueza media como el PIB per cápita, todavía les separa muchísima distancia a los países conocidos como desarrollados. En este momento, es de menos de 6.000 dólares frente a los 30.000 dólares en España.
Creo que todavía falta mucho tiempo para ver a la sociedad en su conjunto con un estado del bienestar como el europeo actual y se debe avanzar mucho en varios frentes. Si todo sigue su curso, calculo que como mínimo en unos 25 años una buena parte de los habitantes vivirán en condiciones similares a las de España en la actualidad.
D- Muchas gracias por darnos tu punto de vista. Otro día ya te preguntaremos por Brasil…
P- Muchas gracias a ti.