Nota: Artículo original publicado en Actibva.
Chipre es el último país que se ha visto obligado a solicitar la ayuda de la Zona Euro. En principio, lo que parecía un rescate fácil, después de los llevados a cabo en Grecia, Irlanda, Portugal e incluso la banca en España, se ha complicado considerablemente. Si bien es cierto que aunque la cantidad no es excesiva, 10.000 millones de euros, representa aún así el 56% del PIB.
La gran polémica creada ha sido debida a la quita que finalmente será aplicada a los depósitos bancarios y que, en principio, se indicó que sería un impuesto. En el acuerdo final, aquéllos importes inferiores a 100.000 euros quedan asegurados, pero a partir de ese nivel la quita podría ser más que considerable.
Según varias informaciones el 42% de los depósitos supera los 500.000 euros y apuntan a que una gran mayoría estaría en manos de rusos, que han utilizado el país como “paraíso fiscal”.
Este es el principal motivo por el cual el sector financiero representa algo más de 7 veces el PIB, mientras que la media en la Zona Euro es aproximadamente de 3,5 veces. Por realizar una comparativa, en un país con un sector muy importante de su economía como Reino Unido representa unas 5 veces el PIB. En España es de unas 3,3 veces e Italia alcanza el 2,7.
Incluso han vuelto las especulaciones, que anteriormente ya apuntaron a otros países, sobre la salida de Chipre del euro. En mi opinión, no es descartable que si continúan los problemas en la Zona Euro al final alguno de los miembros no tenga más remedio que abandonar, aunque es algo difícil de predecir.
En cualquier caso, cabe recordar que desde el año 1949 han existido nada menos que 69 salidas de países de uniones monetarias, incluyendo aquéllos que tenían su moneda anclada a otra de referencia. Precisamente, Chipre fue uno de ellos y en el año 1972 abandonó la paridad fija que tenía la libra chipriota respecto a la libra esterlina del Reino Unido.
A continuación, se presenta una visión general de la economía de Chipre, la tercera más pequeña de la Zona Euro superando sólo a Malta y Estonia, y que se incorporó a la unión el 1 de Enero de 2008, adoptando por tanto el euro como moneda.
En el año 2012 el Producto Interior Bruto fue de unos 18.000 millones de euros, representando únicamente el 0,19% del PIB total de la Zona Euro. El estancamiento del crecimiento, al igual que ha sucedido en varios países europeos, es notable en los últimos años, habiendo incluso provocado una ligera caída de la participación en el total.
Sin embargo, con una población de 862.000 habitantes, el PIB per cápita con 20.750 euros es tan sólo un 9% inferior al de España. De todas formas, la diferencia frente a la media de los países de la Zona Euro se ha ampliado en los últimos años.
La deuda pública, que llegó a ser ligeramente inferior al 50% del PIB a finales del año 2008, ha crecido considerablemente en los dos últimos años. En el tercer trimestre del año pasado alcanzó el 84% del PIB, situándose como el séptimo país de la Zona Euro con mayor deuda sobre el PIB.
Teniendo en cuenta tanto el principal como los intereses de la deuda, hasta el año 2020 debe hacer frente al pago de unos 11.000 millones de euros. En el año actual el importe es algo inferior a los 5.000 millones de euros.
A pesar de haber presentado superávit público en 2007 y 2008, las cuentas del Estado se han deteriorado en los últimos años. Antes de su entrada en la Zona Euro también el déficit era consistentemente superior a la media de los 17 países de la unión.
Los depósitos de hogares y empresas no financieras en los bancos representan en la actualidad aproximadamente el 400% del PIB, con unos 68.000 millones de euros. Aquéllos en manos de residentes representan el 62,5% del total, mientras que el 70,4% del total están denominados en euros.
En el caso de los hogares, tienen depositados en los bancos unos 35.000 millones de euros, el 51,1% del total, remunerado además con altos intereses. Mientras el tipo de interés oficial del Banco Central Europeo se sitúa actualmente en el 0,75%, los depósitos hasta un año de los hogares se remuneran hasta 6 veces más, a un tipo medio del 4,5%.
Al igual que ha sucedido con los países periféricos, los bancos chipriotas también han recibido importantes inyecciones del liquidez por parte del Banco Central Europeo. A pesar de que se ha reducido desde el máximo alcanzado a mediados del año pasado, el balance neto frente al Eurosistema muestra aún préstamos por 7.500 millones de euros.
Parece que no hay duda que, de un modo u otro, el mercado esperaba desde hace tiempo que el rescate terminaría por producirse. Las tres principales entidades de calificación crediticia habían rebajado la deuda soberana a niveles de alto riesgo de impago.
Tampoco la bolsa se ha mantenido al margen de los problemas en el país. Desde el máximo alcanzado en Octubre del año 2007 el índice general de la bolsa de Chipre ha perdido nada menos que el 98% de su valor.
A la vista de la situación económica, parece que el rescate del país era necesario. Posiblemente la manera de enfocarlo no ha sido la mejor por parte de las instituciones, pero también es cierto que ninguno de los anteriores ha estado exento de problemas durante la negociación de condiciones.